La importancia del cuidador en la calidad de vida del Adulto Mayor

En nuestro país, gracias a los avances tecnológicos de la medicina, la tasa de mortalidad ha disminuido notablemente y esto a su vez ha incrementado la esperanza de vida de la población.

En México existen 33.5 millones de hogares con al menos un adulto mayor que representan 30.1% de los hogares del país según datos de la Escuela Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares (ENIGH) 2016; y en el estado de Yucatán el 11 % de la población tiene 60 años o más lo cual se encuentra en el quinto lugar con mayor número de ciudadanos adultos mayores. (INEGI, 2015).

Sin embargo, a pesar de todos los avances en la medicina, estos no han sido lo suficientes para garantizar una vejez optima y se ha detectado que en la actualidad muchos adultos mayores enfrentan graves deterioros físicos y mentales, situación que precisa requerir de un cuidador para apoyar a este miembro de la familia.

En nuestro contexto la familia es el principal apoyo o soporte social debido al compromiso moral y la responsabilidad que por tradición se ha legado a los integrantes del núcleo familiar, lo que implica la atención al adulto mayor que conlleva a la modificación del rol para alguno de sus miembros cuando éste se hace cargo y desafortunadamente muchas veces sin ser consiente de saber lo que implica.

Respecto a lo anterior cada vez se hace más indispensable conocer y entender los cambios que se producen durante el proceso de envejecimiento y específicamente en la vejez para proteger el entorno bio-psico-social-espiritual de la persona mayor y ofrecer apoyo y cuidados de calidad. Cuando nos referimos al “cuidador” es la persona que se hace cargo de proveer atención y asistencia a un enfermo o persona dependiente. El cual, asume la responsabilidad total de la persona dependiente ayudándole a realizar todas las actividades que ésta no puede llevar a cabo.

Existen dos tipos de cuidadores: Se distingue entre cuidador principal, es decir, el que se identifica como primordial proveedor de cuidados y el cuidador secundario que es quien ayuda al cuidador principal en las tareas de atención. Los cuidadores principales o primarios, son los que asumen total responsabilidad en la tarea. A diferencia de los cuidadores primarios, los secundarios no tienen la responsabilidad esencial de la atención de las personas dependientes.

Habitualmente, a medida que comienza a verse la necesidad de proporcionar cuidados a un familiar , se perfila un cuidador principal que normalmente suele responder a las circunstancias de cada familia, sin necesidad de que haya sido elegido por acuerdo entre las personas que componen el núcleo familiar; de hecho generalmente, cuando se asume el rol de cuidador principal, se piensa que es sólo una situación temporal y, en muchas ocasiones, resulta una realidad permanente con una progresiva demanda de cuidados.

También se distinguen los cuidadores según su capacitación para realizar esta actividad, los hay formales e informales; los cuidadores “formales” son aquéllas personas capacitadas a través de formación profesional multi e interdisciplinaria que brindan atención preventiva asistencial y educativa a la persona dependiente y a su núcleo familiar, y los cuidadores “informales” no cuentan con capacitación, son por lo general miembros de la familia y tienen un elevado grado de compromiso hacia la tarea, caracterizada por el afecto y una atención sin límites de horarios.

En todos los casos el cuidador desempeña tareas importantes que pueden ser de lo más básicas a lo más complejo que hay cuando se cuida de una persona en estado de dependencia.
Se clasifican en 7 dimensiones estas son las mismas para toda persona y no se debe desatender ninguna; Respeto y dignidad, Cuidado e higiene personal, Nutrición y alimentación, Condiciones ambientales y de seguridad en el hogar, Movilidad y traslado, Actividades cognitivas y del estado de ánimo y Seguridad de la salud y suministro de los medicamentos. Por esto ser cuidador es una labor significante en esfuerzo, tiempo y amor y que influye directamente en la calidad de vida de la persona mayor o dependiente.

Marilin Quiñones Castro
Licenciada en Gerontología
Miembro de la Pastoral de la Salud Yucatán.