Por una mayor conciencia en el uso de antibióticos

Pastoral de la Salud

La Semana Mundial de Concienciación sobre los Antibióticos (WAAW, por sus siglas en inglés), que tiene lugar cada noviembre, es una ocasión para reiterar la importancia urgente y mundial de este creciente problema de salud pública. El objetivo de esta iniciativa es “aumentar la conciencia global sobre la resistencia a los antibióticos (AMR) y alentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud y los responsables de la formulación de políticas para evitar una mayor aparición y propagación de la resistencia a los antibióticos”.

Desde su descubrimiento, los antibióticos han sido la piedra angular de la medicina moderna y han transformado la salud de la humanidad al salvar millones de vidas y aliviar muchos sufrimientos. “Sin embargo, el uso inapropiado y el abuso de antibióticos en humanos y animales ha fomentado la aparición y propagación de la RAM, que se produce cuando los microbios, como las bacterias, se vuelven resistentes a los medicamentos utilizados para tratarlos”.

Desafortunadamente, el problema está empeorando y extendiéndose, como resultado, entre otros, de programas inadecuados para la prevención y el control de infecciones, de medicamentos de baja calidad, de regulación insuficiente sobre el uso de antibióticos en la población en el pienso para animales y en la agricultura, así como por las dificultades de acceso a los servicios de salud, incluidos los diagnósticos y las pruebas de laboratorio, y por la contaminación del agua, el suelo y los cultivos.

El desafío actual

La resistencia a los antibióticos representa en la actualidad un gran desafío para la salud pública mundial, ya que amenaza la prevención y el tratamiento eficaz de un número creciente de infecciones causadas por bacterias, parásitos, virus y hongos. Si no se aborda, la aparición y la propagación continua de enfermedades resistentes a los medicamentos, pone en riesgo la medicina moderna y representa un desafío para la salud y el desarrollo de las naciones, al tiempo que “hace más difícil salvaguardar la salud y el bienestar de las personas más expuestas a las infecciones mortales, especialmente mujeres embarazadas, recién nacidos, pacientes con ciertas enfermedades crónicas y aquellos que se someten a quimioterapia o cirugía” y amenaza, en particular” a cientos de millones de personas que no tienen acceso a la atención médica y son más susceptibles a enfermedades relacionadas con la resistencia antimicrobiana”.

Como Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el cardenal Turkson exhorta a actuar con urgencia para limitar el inicio y la propagación de la resistencia a los antibióticos.

El tiempo a nuestra disposición está a punto de expirar y, por lo tanto, debemos actuar para promover y realizar los cambios indispensables en el comportamiento, aumentar el nivel de conciencia y la eficacia de las medidas preventivas, intensificar el control de las infecciones y utilizar los antibióticos correctamente.— Presbítero Alejandro Álvarez Gallegos, coordinador diocesano para la Pastoral de la Salud