Pastoral de la Salud
Estimulado por el ejemplo de otros países y por la Encíclica sobre ecología del papa Francisco Laudato Si’, el Estado Ciudad del Vaticano manifiesta su compromiso con la disminución del consumo de plástico, a fin de convertirse, a final de año, en un espacio “libre de plástico”.
Según informó “Vatican News”, los responsables del Servicio de Jardinería y de Limpieza Urbana del Vaticano han detenido la venta de plástico desechable. Así, una vez que se acaben todas las existencias de este material en el Estado, aproximadamente cuando termine 2019, el territorio podrá definirse como “libre de plástico”.
Cabe señalar que, de acuerdo con los datos ofrecidos por el mismo medio, el Vaticano ha alcanzado un alto nivel de reciclaje, ya que el 55% de los residuos se clasifican. Por otra parte, se ha marcado el objetivo de llegar al 70-75% en tres años.
Con respecto a los residuos especiales, peligrosos o no peligrosos, distintos de los urbanos, se indica que: “En 2016 se creó una isla ecológica, el eco-centro, donde se depositan todos los residuos especiales. En lo referente a dichos residuos indiferenciados, se describe que en la plaza de San Pedro, donde cada día transitan miles de personas, se han colocado contenedores específicos para plástico, consiguiendo juntar unos 10 kilos al día.
Asimismo, en 2018, el Dicasterio del Desarrollo Humano Integral instaló estaciones de agua para reducir y, progresivamente, reemplazar la venta de botellas de plástico.
Igualmente, al otro lado del Tíber se crearon “minicadenas de economía circular”. Con tierra húmeda y gran parte de los cortes de poda, unas 400 toneladas de material, “hacemos la composta y así trabajamos para poner en el mercado la menor cantidad de residuos posible, lo que descartamos tratamos de reutilizarlo en el jardín como abono de buena calidad, ya sea aquí o en Castel Gandolfo”, explica el trabajador del Vaticano (Fuente: Zenit).— Presbítero Alejandro Álvarez Gallegos, coordinador diocesano para la Pastoral de la Salud