Por: Miriam Herrera Vargas.
Logoterapeuta con especialidad en
Filosofía Antropológica del CETAY
Ante la incertidumbre, éste hecho de la existencia que tarde o temprano siempre llega a nuestra vida, saltan a la luz muchas preguntas: ¿Por qué? ¿Qué hago ¿Qué va a pasar? ¿Cómo lo controlo?
Para la persona común, especialmente en una cultura materialista, la vida es el medio para alcanzar fines distintos a la persona misma, como son el dinero, el poder, el bienestar, la producción, el éxito, el reconocimiento, etc.
Entonces, o somos usados para alcanzar estos fines, o me convierto en el medio para alcanzarlos porque creo que éstos me llevarán a la felicidad.
Pero el ser humano es por naturaleza TRASCENDENTE, está llamado a SER y no a TENER, y tarde que temprano la vida nos detiene: llámese Corona- virus, llámese pérdida de la fuente de ingresos, angustia por pagar el sueldo de los empleados, la pérdida de recibir la eucaristía presencial, la enfermedad o muerte de un ser querido o la conciencia de la propia finitud.
La vida nos detiene, nos pone frente la incertidumbre, al misterio, a lo que no puedo controlar, y no sabemos qué hacer y eso, nos Angustia…pero se nos olvida que a la vida no se le pregunta ¿Por qué? Se le responde. La pregunta no es ¿Qué hago? Sino ¿Quién estoy llamado a ser?
La adversidad saca lo mejor o lo peor de la humanidad.
Tú decides.
Sea el Arte o la ciencia, la alegría o la tristeza, el trabajo o el juego, la salud o la enfermedad…todo lo que acontece es un estímulo para hacerse más fuerte y más sensible, más humanos.
El hombre no es un sujeto que se opone al mundo para transformarlo, está en el mundo haciendo de su estar en el mundo la ocasión para su auto-transformación constante.
¿Qué estoy llamado a ser?
¿Responsable? Quédate en casa.
¿Generoso, Paciente, Tolerante? Acompaña a los de tu alrededor, escucha, comprende, perdona.
¿Humilde? ¿Agradecido?…Tú decides, si te dejas vencer por el desánimo, la angustia, la falta de sentido o te transforma en la persona que estás llamada a SER: virtuosa y sabia.
¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que ha Inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración”.
Viktor Frankl