Más cuidado para la mujer

Pastoral de la Salud

Un reporte del observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, en España, recoge varios estudios centrados en la posible relación entre el historial de embarazos, abortos espontáneos y abortos provocados y el riesgo de sufrir determinados trastornos, así como las tasas de mortalidad en determinadas poblaciones de mujeres.

Una revisión sistemática, muy robusta estadísticamente, ha tratado de aglutinar estos estudios con el fin de extraer conclusiones representativas sobre la incidencia de los abortos, tanto espontáneos como provocados, en la frecuencia de aparición de determinados problemas de salud y tasas de mortalidad subsiguiente en las mujeres que han experimentado un embarazo, así como la posible relación entre el número de embarazos no finalizados y el incremento de estos riesgos en una misma mujer.

El riesgo de muerte durante el embarazo y en el año posterior al aborto se compara con el de aquellas mujeres que han dado a luz a un hijo vivo. En las mujeres que han sufrido un aborto provocado (TOP) este riesgo es un 170% mayor respecto de las que han dado a luz a un hijo vivo. El riesgo es un 84% mayor respecto de los partos a término en el caso de abortos espontáneos. Es decir, la pérdida de un hijo tras un aborto provocado presenta el doble de riesgo de muerte en el año posterior al mismo respecto del de un aborto espontáneo.

La comparación de los grupos de mujeres que han sufrido abortos, espontáneos o provocados, con el de las que han dado a luz a hijos vivos, resulta también reveladora. Este metaanálisis muestra que la mortalidad de las mujeres que han sufrido un aborto, espontáneo o provocado, es más del doble de la de aquellas que han tenido un hijo vivo. Una vez más, el riesgo que presentan las mujeres que sufren un aborto provocado es netamente superior al del grupo que ha sufrido abortos espontáneos.

Algunas de las causas de muerte en estas mujeres son suicidio, accidentes u homicidios. Existe una correlación entre aborto e incremento en la aparición de conductas autodestructivas, que pueden estar detrás de las causas de muerte mencionadas. En un estudio realizado en Reino Unido se revela que un elevado porcentaje de muertes accidentales relacionadas, eran debidas a sobredosis de drogas.— Presbítero Alejandro de J. Álvarez Gallegos, coordinador Diocesano de Pastoral de la salud