Amenazas a la Vida

AMENAZAS A LA VIDA

Desde hace varias semanas circula por las redes sociales un “reto” llamado “ballena azul”, dirigido especialmente a los adolescentes y jóvenes, en todo el mundo.

Esto consiste es hacerse daño física y psicológicamente durante cincuenta días seguidos, siendo el último el día mortal, pues el reto es precisamente  quitarse la vida pidiéndole al joven que se arroje desde un edificio.

Lamentablemente ya se han cobrado víctimas al respecto.

¿Qué sucede en nuestra sociedad, que mentes tan perversas pueden diseñar y planear esto? El mal nunca tiene la última palabra. San Pablo nos lo recuerda en su carta a los Romanos 12,21. El Bien siempre triunfa. Cristo ha vencido el mal. Estas “modas de antivalores”, nos recuerdan a los cristianos que no podemos permanecer indiferentes ante los cambios vertiginosos que nos presenta la sociedad en la que también vivimos. Hoy más que nunca debemos proclamar a tiempo y a destiempo la fuerza de los valores del Evangelio, mostrarlos con un rostro firme, fresco y auténtico especialmente a las nuevas generaciones.

Las familias no deben dejar de ser escuelas de cultivo de valores, donde día a día se vivan las virtudes que nos forjan a los verdaderos hombres y mujeres, ciudadanos y cristianos capaces de dar respuestas a los nuevos desafíos que el mundo nos presenta.

Recientemente el Nuncio Apostólico en México, Mons. Franco Coppola, nos decía a los sacerdotes en un encuentro aquí en Yucatán, que no debemos dejar solos a los jóvenes, pues hoy mas que nunca se necesita de una pastoral juvenil de acompañamiento, de <<estar con>>, pasar tiempo, pues hoy ante muchas distracciones suelen caer fácilmente en adicciones, vicios y comportamientos que los pueden llevar al vacío.

Ante la amenaza de la cultura de la muerte yo me quedo con lo que San Juan Pablo II proclamó en la profunda y tan actual encíclica <<Evangelio de la Vida>>:

“Estamos frente a una realidad más amplia, que se puede considerar como una verdadera y auténtica estructura de pecado, caracterizada por la difusión de una cultura contraria a la solidaridad, que en muchos casos se configura como verdadera cultura de muerte” Juan Pablo II. Evangelium Vitae. N.12

¿Qué estamos dispuestos a hacer ante este “reto”?

P. Alejandro Álvarez Gallegos
Coord. Diocesano para la pastoral de la salud