Un año jubilar

UN AÑO JUBILAR

 El día de ayer celebramos el regalo de la maternidad. A las mujeres que con su Si generoso dan y generan vida. Una oportunidad para rendir un homenaje a todas las mujeres que en el esfuerzo y la dedicación no solo procrean sino que educan y forman corazones llenos de los valores humanos y cristianos.

Celebramos también este sábado 13 de mayo a la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Cien años de sus apariciones a los pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco. El mensaje de Nuestra Señora de Fátima es tan actual como aquel 13 de mayo de 1917, ORAR por la PAZ y la CONVERSIÓN. Que urgente y necesario es fortalecer nuestra oración para pedir la PAZ en el mundo y especialmente en nuestro México, la conversión de todos aquellos que planean y hacen el mal. No hay corazón por más duro que sea que Dios no pueda transformar. La oración traspasa todos los muros y las barreras, y el Rosario es una oración tan completa que es el compendio de todo el Evangelio, es la misma vida de Cristo, bajo la mirada maternal de la Virgen María.

Recemos el rosario en familia, pero también en comunidad. Organízate con tus amigos y tomen un tiempo para rezar juntos el rosario. Acerquémonos en familia y en comunidad a vivir este año jubilar con grande devoción sabiendo que derramará sobre nosotros, por su intercesión, las bendiciones de Nuestro Señor Jesucristo.

Este 13 de mayo y los días 13 de cada mes, son una oportunidad para obtener la Indulgencia Plenaria que el Santo Padre Francisco ha concedido para aquellas personas que se acerquen a venerar la imagen de la Virgen de Fátima. Los enfermos y las personas que por su condición no pueden trasladarse, pueden unirse espiritualmente y con las mismas disposiciones habituales y con la intención pueden obtener la Indulgencia.

Se puede asistir a la parroquia de Fátima en peregrinación individual u organizada cada día 13 de mes y recibir así las gracias y bendiciones.

Es un año de gracia, un año jubilar, que como su nombre lo indica nos llena de alegría, de júbilo por tantas gracias recibidas de Dios a través de María Santísima.

P. Alejandro Álvarez Gallegos
Coord. Diocesano para la pastoral de la salud